A las empresas de todos los tamaños les encanta hablar de
talento. Pueden hacerlo durante todo el día. Es sencillo decir: “Valoramos el
talento más que nada”. Pero atraer y retener a estas personas es otra historia.
Estos son las ocho prácticas, según Forbes, que propician la
fuga de talento en las organizaciones:
Anuncios
Si su empresa le gusta hablar de talento, échele un vistazo
a los anuncios que solicitan candidatos. Por lo general, éstos solo explican lo
que el profesional tiene que ‘venderle’ a la compañía, cuando estos anuncios
tendrían que utilizar una “voz más humana”.
Comunicación robótica
¿Qué tipo de mensaje emplea su firma al confirmar la
recepción de una Hoja de Vida? “Su solicitud ha sido recibida”. El empleo de la
voz pasiva para estos casos es un error. Desde el inicio, es fundamental
establecer una relación más humana, menos robótica, con el candidato. Lo
siguiente suena mejor: “Gracias por solicitar un trabajo con nosotros”.
Políticas inflexibles
Una vez que el talento está en la organización, no tendrá
dificultades de sumergirse con ánimo en sus funciones, siempre y cuando el
aspecto personal de su vida no sea ignorado. Digamos, darle la posibilidad de
flexibilizar sus horarios en caso de ser necesario.
El arte de escuchar
Si el empleador no apuesta por una retroalimentación
constante ni tiene apetito de escuchar las ideas, los aportes, las quejas de
sus colaboradores, simplemente logrará alejar a los mejores talentos.
Políticas de compensación
Si quiere medir la capacidad de una organización para
enganchar y retener el talento, observe sus políticas de pago. Aunque hay otros
factores claves para un profesional altamente capacitado, sin duda, el aspecto
salarial sigue siendo importante.
El fomento de la confianza
Dicen que la información es poder. Si las personas utilizan
la información como un mecanismo para tener ventaja sobre sus otros colegas,
nada bueno va a pasar para sus clientes y accionistas. Si en su organización la
gente guarda silencio sobre sus ideas para evitar que sean robadas, cualquier
talento saldrá corriendo de ese lugar. Si usted es el líder, tendrá que
encargarse de reconstruir y fomentar la confianza.
Procesos que representan una barrera
Algunos procesos son buenos, pero muchos de ellos son
engorrosos, lentos y tontos. Si las personas no pueden efectuar bien su trabajo
porque algún proceso se los impide, es un hecho que el resultado final no será
el esperado. Los procesos que suponen una barrera garantizan la fuga de
talento. Puede que los colaboradores esten sentados frente a sus escritorios
cuando usted camina por la oficina, pero sus corazones y cerebros están en otra
parte.
Jefes que estorban
Los superiores que logran inspirar y entrenar adecuadamente
a sus empleados son demasiado pocos. Los jefes que disfrutan con ponerles
trabas a sus trabajadores para imponer sus ideas o aquellos que gozan con el
hecho de que sus subordinados agachen la cabeza ponen en peligro al equipo y,
en efecto, pueden convertirse en la razón principal por la que los talentos
decidan renunciar.
Fuente: gestión.pe
Administrador Web DELGADO AZAÑA, Amaraldo